Trump parte favorito en los ‘caucus’ de Iowa, en los que Nikki Haley aspira a ser la alternativa


¿Es Donald Trump el candidato inevitable? Esa es la pregunta que resuena en el Partido Republicano de Estados Unidos cuando arrancan los caucus de Iowa, que se celebran en un festivo nacional, en honor a Martin Luther King. En Iowa, el frío ha mantenido a la gente en sus casas la mayor parte del día. Las fuertes nevadas caídas la semana pasada aún cubren en parte los carteles electorales. Decenas de miles de ciudadanos se disponen a desafiar este lunes las temperaturas inferiores a 20 grados bajo cero para dirigirse a centenares de colegios, polideportivos, centros comunitarios, iglesias y otros locales a elegir a su candidato favorito. Se da por hecha la victoria de Trump. Falta ver por cuánto margen y quién queda segundo, si Ron DeSantis o Nikki Haley.

Trump lidera las encuestas con amplio margen en el conjunto del país, pero la exembajadora en la ONU y exgobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, cree que la batalla por la nominación no está decidida. Tras competir en Iowa, un Estado conservador y religioso que no le favorece especialmente, Haley tiene la vista puesta en Nuevo Hampshire, donde las primarias se celebran el próximo martes, y sus perspectivas son buenas. Quiere consolidarse allí y que las primarias republicanas se perciban como cosa de dos: Trump y ella. Aun así, la ventaja del expresidente entre las bases republicanas parece casi insalvable.

No solo entre las bases. Trump ha ido recabando apoyos entre los congresistas del Partido Republicano y, sea por temor o por convencimiento, este fin de semana ya contaba con más de la mitad de todos los senadores y representantes republicanos. Uno de los que le han permitido superar el listón ha sido el senador por Florida Marco Rubio, crítico rival de Trump en las primarias de 2016 y ahora entregado a su causa. Lo ha preferido frente al gobernador de su Estado, Ron DeSantis, lo cual le ha debido doler a este último.

Haley tiene como activo su trayectoria ascendente. Mientras DeSantis se ha ido hundiendo en las encuestas, ella no ha dejado de mejorar. Le favorece el calendario. La próxima batalla es en Nuevo Hampshire, un Estado pequeño, pero más urbano, moderado y formado que Iowa. El gobernador, el popular Chris Sununu, enfrentado a Trump, le ha ofrecido todo su apoyo. Haley se ha encontrado además con el regalo de la retirada de Chris Christie, el exgobernador de Nueva Jersey, que despertaba simpatías en Nuevo Hampshire. Dado que era el único candidato abiertamente antitrumpista, Haley aspira a captar a buena parte de sus votantes.

Dejar atrás la negatividad

Este lunes, los candidatos han apurado hasta el último minuto para hacer campaña y han concentrado sus últimos esfuerzos en torno a Des Moines, la capital y ciudad más poblada del Estado. Haley ha insistido en sus últimos mensajes de campaña en presentarse como una “nueva líder generacional que deja atrás la negatividad y el bagaje y se centra en las soluciones del futuro”, una alternativa frente al “caos” que persigue a Trump. “No podemos derrotar el caos demócrata con caos republicano”, insiste una y otra vez.

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La jornada ha llegado también con un bombardeo publicitario en las televisiones locales, principalmente con anuncios negativos de Haley contra DeSantis y viceversa. De nuevo, Trump sale ganando en esa batalla cruzada entre sus dos perseguidores.

El expresidente se ha pasado la mayor parte del día hablando por teléfono con sus capitanes de caucus, una especie de delegados en las diferentes reuniones que se celebran esta tarde para votar. A diferencia de cómo eran hasta ahora los caucus demócratas (con votaciones a mano alzada, formación de grupos y eliminación de los candidatos con menos apoyos), en los republicanos se vota con papeletas y el voto es secreto.

Trump ha estado activo también este lunes atacando a sus rivales desde su red social, Truth. En ella ha vuelto a usar su insultante mote contra Haley, “cabeza de chorlito“, y la ha llamado “globalista”. Ha criticado a Fox News por difundir una encuesta que muestra que Haley le sigue muy cerca en intención de voto en Nuevo Hampshire. Aunque ha soltado también algún mamporro a DeSantis y al emprendedor Vivek Ramaswamy, sus ataques continuos a la única mujer candidata muestran que es a la que más teme en este momento.

Tras Nuevo Hampshire, las siguientes paradas de las primarias republicanas son en Nevada y Carolina del Sur, donde DeSantis tampoco tiene grandes expectativas. En ambos la ventaja de Trump es muy clara, pero Carolina del Sur es el Estado natal de Haley, de dónde fue gobernadora, y puede jugar allí la baza local.

Pase lo que pase en estos primeros asaltos, Trump sigue siendo el favorito claro, a tenor de las encuestas, pero las posibilidades de una alternativa real pasan por una victoria o una derrota por la mínima de Haley en Nuevo Hampshire, donde también se espera nieve y frío la semana próxima. En Iowa, el mal tiempo ha pasado algo de factura a la economía de los caucus, atractivo político y turístico que cada cuatro años actúa como fuente de ingresos para el Estado.

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