Terry Reintke: “En Europa necesitamos de la insistencia de las feministas españolas”


Es una experta en abrir camino. En 2014, con 27 años, la alemana Terry Reintke (Gelsenkirchen, Alemania, 36 años) fue la mujer más joven en entrar al Parlamento Europeo. Más tarde, fue la primera en decir #MeToo en sede parlamentaria y también una de las pocas políticas que se han declarado abiertamente lesbianas, haciendo público que comparte su vida con otra miembro de la cámara. Ahora es la copresidenta del grupo de Los Verdes, pero sin olvidar su pasado activista, porque “ambos lados se necesitan mutuamente”.

Trabaja muy de cerca con las consecuencias del cambio climático y se declara feminista. ¿Cómo consigue mantenerse optimista?

A veces es difícil. Estamos experimentando un gran retroceso. Pero tengo un truco especial que me funciona. Cada vez que estoy realmente frustrada, me pongo imágenes de protestas feministas de los años sesenta y setenta. Luego pienso en todo lo que ya hemos logrado. Si analizas las cosas con la perspectiva de ahora puedes perder fácilmente la esperanza. Pero si piensas en lo alcanzado, también hay razones para ser optimista.

Lleva puesta la bandana que simboliza la lucha por el derecho al aborto en Argentina. ¿Es una de sus tácticas contra la frustración?

Fue un movimiento que realmente me inspiró. Me llevó a entender lo que la gente es capaz de hacer, la creatividad, el compromiso, la resistencia de las mujeres para luchar por lo que es correcto. Vengo de un trasfondo muy activista y ahora soy una política establecida. Pero me gusta tener un pie en la calle porque creo que nos necesitamos mutuamente. Para tener minorías en el Parlamento, necesitas tener gente en las calles. Pero también la gente en la calle necesita tener personas que legislen para obtener cambios reales.

¿Cómo se percibe el feminismo español en Europa?

España siempre ha sido un país al que miramos en términos de propuestas e ideas feministas. Lo que sucedió con Rubiales ayudó a establecer las líneas de lo que es completamente inaceptable y necesita tener consecuencias. En Europa necesitamos de la persistencia e insistencia de las feministas españolas.

¿Por qué cree que la sociedad a menudo se comporta como si el cambio climático no existiera?

La negación es muy a menudo la opción más fácil y la gente se siente abrumada. Hay tantas cosas en sus vidas… y ahora se enfrentan a un problema aún más grande. Puedo entender la inclinación emocional. Pero, al mismo tiempo, hay políticos, negacionistas del cambio climático, que están tratando agresivamente de mentir y engañar a la gente. Es muy fácil crear la narrativa de que el enemigo son los verdes que quieren restringir la vida de las personas y evitar que disfruten. La realidad, al margen de las emociones, es que el verano pasado fue horrible y que las cosas no van a mejorar. Todos los días vemos los devastadores efectos del cambio climático.

En 2017, cuando comenzó a trabajar en el Parlamento Europeo, era la integrante más joven de la institución, ¿cómo se sintió en este contexto?

La clave no es cómo me sentía yo, sino cómo lo veían los demás. En una de mis primeras reuniones, me llamaron la atención porque supuestamente me había sentado en un lugar reservado a los miembros del Parlamento. Tuve entonces que aclarar que yo era una de esos miembros. Pero hay que tener en cuenta que fui elegida hace nueve años, el Parlamento es hoy más joven, más femenino y más diverso que entonces, así que creo que el entorno laboral para mí realmente ha mejorado.

También fue la primera mujer en decir MeToo en el Parlamento Europeo. ¿Por qué lo hizo?

Tuve una experiencia en la que fui acosada sexualmente y al principio sentí que realmente no quería hablar de ello. Con el tiempo, entendí que muchos de los avances contra el acoso sexual se alcanzan porque las víctimas nos hemos atrevido a hablar sobre nuestras experiencias personales.

¿Hasta qué punto deberían sentirse amenazadas las mujeres por el auge de la extrema derecha?

La reorganización autoritaria de nuestras sociedades pretende quitar derechos a las personas que la extrema derecha no quiere ver en debates públicos. No es un argumento teórico. Ya sabes lo que están haciendo el gobierno polaco, el húngaro o el italiano. Esto no sucede por accidente. Hay un ataque muy sistemático. No debe preocuparnos solo a las mujeres o a los que formamos parte de la comunidad LGTBI, sino a todos los que quieren vivir en una sociedad libre y segura.

Usted que va al trabajo en bici y está de visita en Madrid. ¿Qué opina de la movilidad en la ciudad?

Mi experiencia con el transporte público ha sido positiva, pero en términos de bici, Madrid todavía tiene mucho camino por recorrer. Si mira fotos de Ámsterdam de hace unas décadas no podrá creer que sea la misma ciudad. También tenían grandes carreteras por el centro. Pero ahora no quieren ni imaginar lo que sería volver a eso.

Entonces, ¿hay esperanza para Madrid?

Absolutamente. Y hay fondos europeos para fomentar esos avances.



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