Sánchez rechaza la propuesta de Feijóo de dejar gobernar al PP durante una legislatura corta de dos años


Nadie en el PSOE ni en el PP esperaba gran cosa de la reunión de este miércoles entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. La tensión de las horas previas ya anticipaba un sonoro fracaso. Y, sin sorpresas, la cita, que ha durado poco menos de una hora, ha vuelto a constatar el desencuentro entre el líder del PSOE y el del PP sobre la gobernabilidad del país: ninguno de los dos tiene intención de facilitar la investidura del otro. Feijóo ―que tiene el encargo del Rey para intentarlo primero, aunque no cuenta con apoyos suficientes―, ha aparecido con una propuesta por escrito bajo el brazo que afina la petición que reitera desde la noche electoral de que el PSOE debe dejarlo gobernar por haber ganado las elecciones. El líder del PP ha planteado una legislatura corta, de solo dos años, con un Gobierno presidido por él, y acordar en ese tiempo seis pactos de Estado, a cambio de que Sánchez facilite su investidura. El presidente en funciones, que ni siquiera ha comparecido después para restar importancia a la cita, ha rechazado tajante la oferta de Feijóo. La portavoz socialista, Pilar Alegría, ha tirado incluso de sarcasmo en su negativa: “El PP ha intentado convencernos de derogar el sanchismo, pero le ha faltado persuasión”.

Feijóo ha propuesto un acuerdo entre los dos grandes partidos, pero no ha planteado a Sánchez un Gobierno de concentración porque no cree “que sea posible”, según ha explicado él mismo después en una comparecencia de prensa. Lo que sí le ha ofrecido es incluir a “independientes de prestigio, que no militen en el PP”, en ese hipotético gabinete presidido por él. El líder popular ha apelado a su condición de vencedor de las elecciones del 23-J para que el PSOE acceda a dejarlo gobernar, una petición que ha indignado a los socialistas. Según fuentes de la ejecutiva federal socialista, que se ha celebrado justo después de finalizar la reunión en el Congreso, el presidente en funciones ha replicado a Feijóo que el PP no permitió al PSOE gobernar en Canarias, Extremadura y un centenar de ayuntamientos a pesar de que los socialistas eran allí la lista más votada. “Hemos vuelto a tener un ejemplo de cinismo y una hipocresía supina”, ha reprochado Alegría. Como estaba previsto, la ejecutiva del PSOE ha acordado no apoyar la investidura del aspirante del PP.

La oferta de mayor peso que Feijóo ha presentado es la de gobernar él durante solo dos años, en lugar de cuatro; transcurrido ese plazo, si las partes así lo consideraran, se celebrarían de nuevo elecciones. Una oferta que en el PSOE no se esperaban y que han interpretado como una huida hacia adelante y un intento de ganar tiempo para evitar, o al menos retardar, una nueva crisis por el liderazgo en el PP. “Si a alguien le quedaban dudas de que Feijóo está buscando su supervivencia política, con esta propuesta sale de dudas. Feijóo no está pensando en la estabilidad del país, está pensando en salvar su pellejo”, ha arremetido la portavoz del PSOE. La cúpula socialista ha recibido con gran sorpresa esta propuesta de que la legislatura sea de dos años. “Ya imagináis lo que le he dicho”, ha ironizado Sánchez en un momento de la reunión, según fuentes presentes.

En su tercera reunión como líderes de los dos grandes partidos, Feijóo ha entregado a Sánchez un documento con su propuesta, de cinco páginas, titulado “Acuerdo por la igualdad y el bienestar de todos los españoles”, que va encabezado con una fotografía en blanco y negro de los Pactos de La Moncloa firmados en 1977. Una oferta a la que el PSOE tampoco ha dado ninguna credibilidad por el bloqueo del PP a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El órgano debería haberse actualizado en diciembre de 2018, es decir, sus componentes llevan casi cinco años con el mandato caducado. “Para ofrecer distintos pactos tienes que tener una acreditada credibilidad y cumplir el más sagrado, el de la Constitución, y en este país el Poder Judicial lleva 1.727 días sin renovación porque así lo ha decidido el PP”, ha dicho Alegría. El presidente en funciones ha propuesto que, sea quien sea el nuevo presidente del Gobierno, PP y PSOE se comprometan formalmente a que, antes del 31 de diciembre de este año, se proceda a la renovación del CGPJ. El PSOE asegura que Feijóo ha optado por darle “evasivas” sobre esta cuestión.

El documento del líder popular plantea a Sánchez la firma de seis pactos de Estado: de regeneración democrática; por el Estado de bienestar; por el saneamiento económico; por las familias; un pacto nacional del agua y un pacto territorial. En ninguno de ellos concreta medidas, solo los expone de forma genérica. El texto remarca, además, que ese eventual Gobierno presidido por él y apoyado por el PSOE rechazaría “las solicitudes de referéndum de independencia y de amnistía expresadas por los partidos independentistas”. Los socialistas reiteran que solo llegarán a acuerdos con ERC o Junts “en el marco de la Constitución”.

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El líder del PP ha argumentado su propuesta políticamente en que “cualquier político” tiene “una obligación histórica” de “proteger al Estado” de las exigencias que está planteando el independentismo, que a su juicio “son inconstitucionales”, en referencia a la ley de amnistía y el referéndum de autodeterminación. En su relato, Feijóo considera que las “fuerzas constitucionalistas”, entre las que incluye ahora al PSOE, a Sumar y a Vox, y que “han conseguido el 94% de voto”, están obligadas a llegar a un acuerdo frente a los independentistas, que han alcanzado apenas un 6%. “Es incomprensible que el 6% pueda condicionar la gobernabilidad del 94% y decidir las políticas de Estado”, se ha quejado. Por tanto, defiende Feijóo, “solo caben dos alternativas: que la gobernabilidad de España se ponga en manos de los independentistas o que quede garantizada por un acuerdo de los dos grandes partidos”. El líder del PP ha descrito el contexto que vive España como “histórico” porque “el independentismo está envalentonado”.

A pesar de que Feijóo presenta como imperativo el acuerdo con el PSOE para que la gobernabilidad no dependa de los independentistas, él también ha accedido a sentarse a hablar con una de esas formaciones, Junts per Catalunya, aunque la decisión le está costando fuertes tensiones en la derecha. El presidente del PP se ha afanado en explicar que, aunque se siente a hablar, no cederá a las peticiones de los independentistas, y de que es consciente de que en ese caso lo más probable es que su investidura fracase. “Yo sé que defender la igualdad de todos los españoles puede impedir que sea el presidente del Gobierno. Pero nunca llegaré al Gobierno sin defender la igualdad de todos los españoles”, ha insistido.

El líder popular ha restado importancia a los portazos reiterados que está recibiendo del PNV, la otra formación que tendría en su mano hacerle presidente y que ni siquiera se abre a negociar esa investidura. Feijóo sostiene que no ha recibido ninguna negativa del lehendakari, Íñigo Urkullu, aunque este dijo el martes en público que hablaría con él, en su caso, tras su investidura. “Ayer [Urkullu] me mandó un WhatsApp para hablar de 17.30 a 18.30 y no lo vi”, se ha excusado el líder popular, que asegura que han quedado en hablar por teléfono esta misma tarde. Feijóo pretende reunirse ahora con el líder de Vox, Santiago Abascal, y la de Sumar, Yolanda Díaz, aunque no ha fijado todavía ninguna cita. Acudirá personalmente a las reuniones “en función de la interlocución que presenten los partidos”, han precisado fuentes de su entorno. Es decir, que solo asistirá a encuentros con los líderes de las formaciones, lo que le permite evitar la incómoda foto con Junts.

“Feijóo no ha hecho una lectura correcta del resultado del 23-J. La propuesta con la que se presentó fue la de derogar el sanchismo y una mayoría progresista se la negó. Ahora le ruega al sanchismo. Cuenta con 172 votos, los mismos que tendrá el 26 y el 27 de septiembre. Y cuando falle, que fallará, nosotros plantearemos y lograremos una investidura que dé estabilidad a nuestro país”, ha sentenciado Alegría después de exigir al PP “respeto” para el PSOE. Lo primero que ha hecho Sánchez en su reunión baldía con Feijóo ha sido reconvenirle por lo que considera un llamamiento al transfuguismo dirigido a los diputados socialistas.

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