¿Necesitas realmente un smartphone nuevo cada 2 años? Cómo sacar más provecho a tus dispositivos
(CNN) — Si estás pensando en sustituir o actualizar tu smartphone el año que viene, tómate un tiempo para pensarlo. ¿Realmente necesitas un teléfono nuevo o simplemente tienes ganas de hacerte con la nueva y reluciente tecnología? Además de la asequibilidad del nuevo dispositivo, hay que tener en cuenta otras cuestiones.
En concreto, nuestro deseo de tener siempre el smartphone más nuevo tiene un elevado costo medioambiental.
La vida de un smartphone comienza en las minas de todo el mundo, donde se extraen minerales esenciales. Estos materiales se transportan a las fábricas, donde se refinan, a menudo a altas temperaturas y con mucha energía, y se convierten en componentes como baterías, cables, placas lógicas y motores. A continuación, los componentes se transportan en vehículos propulsados por combustibles fósiles a otras fábricas para ensamblarlos en dispositivos completos, antes de ser enviados a los consumidores de todo el mundo.
Este proceso de fabricación, tan perjudicial para el clima y el medio ambiente, se ve agravado por la frecuencia con que los consumidores sustituyen sus teléfonos. Y cuando se tiran, los dispositivos electrónicos suponen un daño tóxico para el medio ambiente.
“Los teléfonos inteligentes parecen tan pequeños e intrascendentes que, a menos que hayas estudiado las cadenas de suministro y te hayas dado cuenta de todo lo que conlleva su fabricación, no tienes ni idea de lo devastadores que son para el medio ambiente”, declaró a CNN Cole Stratton, profesor asociado de la Universidad de Indiana Bloomington, que ha estudiado las cadenas de suministro de tecnología.
El derecho a reparar tus cosas
Por desgracia, los fabricantes han dificultado históricamente la reparación de los aparatos, hasta el punto de que sustituirlos suele parecer una solución más fácil que arreglarlos, lo que contribuye aún más a la ya de por sí grave crisis climática.
Según Swappie, que reacondiciona y revende iPhones, los 1.400 millones de nuevos teléfonos inteligentes que se prevé que se vendan este año generarán 146 millones de toneladas de emisiones que calientan el planeta, el 83% de las cuales proceden de la fabricación, el envío y el uso durante el primer año.
“Mucha gente desconoce el impacto real que la compra de un nuevo smartphone tiene en el medio ambiente”, explica a CNN Emma Lehikoinen, directora de operaciones de Swappie. “Ahora, cuando nos fijamos en los dispositivos reacondicionados, es una historia muy diferente”.
Ahí es donde entra en juego el creciente movimiento por el derecho a la reparación.
Los defensores del derecho a la reparación han pedido leyes que obliguen a los fabricantes de dispositivos a facilitar las herramientas, piezas y manuales de reparación necesarios para que los consumidores puedan reparar sus productos en talleres independientes o hacerlo ellos mismos.
Si los consumidores pudieran reparar más fácilmente sus aparatos, no tendrían que sustituirlos con tanta frecuencia, lo que reduciría la dependencia de un proceso de producción que consume muchos recursos y emite gases de efecto invernadero y, en última instancia, reduciría la basura electrónica.
La huella climática de un teléfono reacondicionado promedio de Swappie en 2021 fue un 78% menor que la de un teléfono nuevo promedio, informó la empresa.
“Si no podemos reparar nuestras cosas, las consecuencias son que tiramos mucho más”, dijo anteriormente a CNN Gay Gordon-Byrne, directora ejecutiva de la Repair Association, una coalición que lucha por el derecho a reparar. “Ya no podemos hacer frente al volumen… Estamos nadando en productos que ya no podemos reciclar”.
Qué se puede hacer
Resiste la tentación de renovar. Si tu teléfono aún funciona, sácale todo el provecho que puedas. “El smartphone más ecológico es el que ya tienes”, afirma Stratton.
Arréglalo. Si se te rompe el móvil, llévalo directamente al fabricante -como Samsung o Apple- o a una tienda como Micro Center, Best Buy u otro taller local autorizado para reparar teléfonos de tu marca. A menudo, un teléfono roto o que funciona mal puede arreglarse con reparaciones sencillas que pueden costar menos que sustituirlo. Apple abrió este año su tienda de autoservicio de reparaciones, que ofrece manuales y piezas a los consumidores que quieran arreglar sus iPhone por sí mismos.
Dona. Hay muchas buenas causas que aceptan donaciones de teléfonos para renovarlos o venderlos por dinero, como el Ejército de Salvación y la Coalición Nacional contra la Violencia Doméstica.
Véndelo en lugar de tirarlo. Puedes vender tu smartphone usado a empresas especializadas en reacondicionamiento como Swappie para darle una segunda vida (o a sus piezas). “Lo que mucha gente no sabe es que incluso los teléfonos rotos pueden seguir siendo valiosos”, explica Lehikoinen. “Esto se debe a los materiales utilizados para fabricarlos, pero también a las piezas que incluyen”.
Recíclalo adecuadamente. Si tu teléfono está completamente roto y no se puede vender ni donar, aún puedes reciclarlo adecuadamente. Solo tienes que investigar un poco cómo y dónde reciclarlo de forma correcta. Por ejemplo, en la tienda temporal de Swappie en Milán, están pidiendo a la comunidad local que les ayude a recoger 50 kilos de teléfonos rotos para reciclarlos.
Clare Duffy, de CNN, contribuyó a este informe.