Los letrados del Parlamento balear frustran la rebelión de cinco diputados de Vox
Una rebelión frustrada, al menos por el momento. Los letrados del Parlamento de Baleares han frenado la expulsión del grupo parlamentario de Vox del presidente de la Cámara, Gabriel Le Senne, y de la presidenta de la formación, Patricia de las Heras, porque concluyen que no se tramitó por los cauces adecuados. El 29 de enero, cinco de los siete diputados del partido ultra expulsaron del grupo parlamentario a Le Senne y De las Heras, provocando un terremoto interno en el partido de Santiago Abascal, que horas después anunció la suspensión cautelar de militancia de estos cinco diputados sublevados. Los cinco parlamentarios rebeldes, que llevan meses enfrentados con la dirección nacional del partido, expulsaron a sus dos compañeros, que están en sintonía con la dirección en Madrid, con el objetivo de hacerse con el control del grupo parlamentario y de la presidencia de la Cámara, poniendo en jaque el Gobierno autónomo presidido por la popular Marga Prohens, cuya mayoría depende de los siete diputados elegidos en la lista de Vox el 28 de mayo.
El expulsado Le Senne intentó ganar tiempo encargando un informe jurídico sobre su marcha como presidente de la Cámara, algo que la mayor parte de formaciones políticas daba por hecho dado que el reglamento del Parlamento contempla que los diputados que dejen de pertenecer a su grupo parlamentario pierden el derecho a ocupar el lugar que tenían hasta ese momento en los diferentes órganos del Parlamento. Sin embargo, el informe jurídico de los letrados concluye que la expulsión de ambos parlamentarios presenta un defecto de forma no subsanable. “La documentación aportada por los cinco parlamentarios del grupo de Vox presenta una deficiencia formal como es la falta de acreditación de una convocatoria de reunión del grupo parlamentario con un punto del orden del día específicamente referido a dichas expulsiones”, sostiene el informe, que considera que la deficiencia formal presenta “un carácter no subsanable”. Tras conocer el informe, Le Senne ha mostrado su deseo de recomponer la situación en el grupo parlamentario: “Espero que haya paz, no le guardo rencor a nadie”.
Con este informe, la Mesa del Parlamento ha rechazado la expulsión de Le Senne y De las Heras, que seguirán perteneciendo al grupo parlamentario de Vox, lo que obliga a los cinco diputados rebeldes a convocar una nueva reunión, esta vez con orden del día, si quieren volver a expulsar a sus dos compañeros y lograr que Le Senne abandone la presidencia de la Cámara. Los cinco diputados rebeldes han perdido la mano, por el momento, tras el órdago lanzado el pasado lunes, ya que ayer la dirección nacional del partido ratificó su suspensión cautelar de militancia, a la espera de que se concluya la tramitación de su expediente. Esta mañana, en una comparecencia sin preguntas, la portavoz de los díscolos, Idoia Ribas, ha dicho que estudiarán los informes de los letrados, pero no ha aclarado si volverán a expulsar a sus dos compañeros. Ribas ha insistido en que pondrá el informe “en conocimiento” de sus compañeros, pero ha avanzado que no puede adelantar todavía una decisión sobre los próximos pasos.
La presidenta del Gobierno autónomo, Marga Prohens, ha manifestado tras conocer la resolución del informe que “respeta” el parecer de los letrados y ha insistido en que Le Senne es ahora mismo el presidente de la Cámara, por lo que ha rechazado hacer futuribles sobre las acciones que los cinco diputados rebeldes puedan llevar a cabo. La oposición ha cargado contra la presidenta, a la que acusan de urdir un complot junto a los cinco sublevados . “El complot de Prohens con los tránsfugas ha fracasado. Alguien pensaba que se podía pactar con cinco tránsfugas la presidencia del Parlamento. El PP y Prohens habían maquinado esta operación que ha reventado por completo”, ha dicho el portavoz parlamentario del PSIB-PSOE, Iago Negueruela. El PP aguanta la mayoría en Baleares con sus 25 diputados y los siete de Vox, pero la ruptura dentro de la ultraderecha le abocaba a inclinarse por el apoyo de los cinco tránsfugas o por el de los dos diputados expulsados, que no le permitirían mantener la mayoría. Ahora la gobernabilidad dependerá de los próximos pasos de los cinco diputados díscolos de Vox, que siguen suspendidos de forma cautelar de militancia a la espera de que finalice su expediente de expulsión del partido.
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