Lilith Verstrynge, número tres de Podemos y diputada, renuncia a todos sus cargos


Podemos profundiza su crisis. La secretaria de Organización del partido, Lilith Verstrynge, ha anunciado este viernes que deja su cargo en la Ejecutiva de la formación y el acta de diputada. La renuncia de la hasta ahora número tres en la dirección de Ione Belarra, un perfil del núcleo duro de la exministra, se produce apenas seis meses después de obtener el escaño en las generales dentro de la lista por Barcelona junto a miembros de Catalunya en Comú. Su salida deja a Podemos con cuatro diputados en la Cámara baja, ahora en el Grupo Mixto tras su ruptura con Sumar en diciembre, y la coalición de Gobierno vuelve a ganar uno.

“Las despedidas son difíciles y tristes. Dejo mis responsabilidades políticas y también el acta de diputada. Mil gracias a la militancia de Podemos y a las personas que habéis confiado en mí estos años”, ha señalado en un mensaje en la red social X (antes Twitter) esta tarde sin dar más detalles sobre la decisión. Fuentes de la dirección del partido se han limitado a “agradecer” su trabajo y subrayan que ha afrontado desde un puesto de máxima responsabilidad unos últimos meses especialmente complicados, coincidiendo con las negociaciones con la coalición de Yolanda Díaz, una tarea que tildan de “muy exigente” y “que ha desarrollado en condiciones muy difíciles”, destacan. “Ahora lo fundamental es que te cuides y que estés bien. Podemos siempre será tu casa. Gracias por tantísimo trabajo en condiciones tan difíciles. Un abrazo enorme”, ha reiterado Belarra en redes. “La prioridad ahora eres tú. Te queremos y seguiremos caminando juntas”, le ha dedicado la número dos, Irene Montero.

Formada en Francia, Verstrynge (Madrid, 31 años) comenzó en Podemos como becaria y después asistente en el Parlamento Europeo. Más tarde fue asesora en la Vicepresidencia Segunda del Gobierno con Pablo Iglesias y participó en su candidatura para las autonómicas de Madrid en marzo de 2021. Aunque entonces no salió elegida diputada, se convirtió en responsable de Organización en junio de ese año en el equipo que impulsó Belarra y en el verano de 2022 fue nombrada secretaria de Estado para la Agenda 2030, departamento dependiente de Derechos Sociales. La dirigente sustituyó en el puesto al diputado de Izquierda Unida Enrique Santiago después de que este perdiera la confianza de la secretaria general de Podemos en las negociaciones para una lista conjunta en Andalucía.

Verstrynge es la cuarta secretaria de Organización que ha tenido el partido en sus 10 años de vida, un puesto especialmente complejo para una formación que tiene en la estructura territorial su principal talón de Aquiles. Antes ocuparon el cargo Sergio Pascual, Pablo Echenique y Alberto Rodríguez, dos de ellos ya fuera de la formación. Su salida deja un nuevo hueco en una dirección que ha ido menguando en los últimos meses, con la marcha, entre otros, del máximo responsable económico, Nacho Álvarez, el de políticas municipales, Jesús Santos, o la de Vivienda, Alejandra Jacinto, bajas que obligaron a Belarra a remodelar la Ejecutiva en diciembre.

Al dejar el acta de diputada, además, la formación pierde uno de sus cinco escaños en el Congreso. Al correr la lista, quedará en manos de los comunes, con la entrada de Candela López: coordinadora del partido con Ada Colau y Jessica Albiach, antes fue militante de Iniciativa per Catalunya Verds y es un perfil próximo al jefe del gabinete político de la vicepresidenta Díaz, Josep Vendrell. Sumar logró 31 diputados en las elecciones generales del 23-J. Tras la marcha de los cinco diputados de Podemos al Grupo Mixto en el Congreso, se quedaron en 26. Ahora, Sumar recupera uno más. En paralelo, la formación liderada por Belarra se queda en Cataluña sin representantes parlamentarios. Yolanda López, la única que tenía Podem en el Parlament, acaba de romper el carnet.

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Lilith Verstrynge con Ione Belarra, Irene Montero y los diputados Martina Velarde (izquierda), Noemí Santana y Javier Sánchez Serna a su llegada al Congreso el pasado agosto. Rodrigo Jiménez (EFE)

El partido atraviesa desde hace meses una grave crisis, al perder cinco de los seis ejecutivos autonómicos de los que formaba parte en los comicios del 28 de mayo. Además, tras las negociaciones para formar Gobierno, se quedó sin ninguna cartera después de haber ocupado dos (Igualdad y Derechos Sociales) en la última legislatura y la organización afronta un ERE que afecta a casi todo el territorio. Además de la pérdida de representación institucional, el pasado diciembre los cinco diputados decidieron romper con Sumar y adscribirse al Grupo Mixto del Congreso para ejercer su “autonomía política”.

Fuga de cuadros

La fuga de cuadros también ha sido una constante en los últimos tiempos (como la del excandidato al Ayuntamiento de Madrid, Roberto Sotomayor), muchos de los cuales han acabado en el proyecto de la vicepresidenta, que prepara su primera asamblea para el 23 de marzo. Fuera del partido, esta misma semana, Canal Red, la cadena de televisión que dirige Pablo Iglesias, cancelaba el programa del cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero, otra de las voces hasta hace poco próximas a la dirección, aunque sin cargo orgánico. Iglesias es todavía hoy una figura con autoridad y enorme predicamento entre las bases y la salida del politólogo de su canal evidencia un distanciamiento con la estrategia actual de la organización, tal y como él mismo explicó en redes. Aun sin saber las causas exactas, la marcha de Verstrynge vuelve a golpear al partido en sus horas más bajas.





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