La “segunda guerra” que Ucrania libra desde hace 30 años – BBC News Mundo
- James Waterhouse
- Corresponsal de la BBC en Ucrania
Reorganización política en Ucrania.
Mientras escribo este titular, 11 funcionarios han renunciado o han sido despedidos en el intento de Kyiv de acabar con la corrupción en el gobierno.
Esto ha provocado que algunos políticos en Estados Unidos pidan restringir los paquetes de ayuda a Ucrania.
El presidente Volodymyr Zelenky está tratando de restaurar la confianza pública con rapidez, aunque las acusaciones son graves y el momento no es adecuado.
La ola de renuncias afecta a altos cargos como un asesor presidencial, el viceministro de Defensa y el fiscal general adjunto.
Coches de lujo y mansiones
Muchas de las acusaciones han salido a la superficie gracias a Mykhaylo Tkach, periodista de investigación del sitio de noticias Ukrayinska Pravda.
Tkach reportó recientemente que la compañía del entrenador personal de un alto funcionario recibió presuntamente millones de dólares desde el comienzo de la invasión rusa. También publicó una historia que involucra al jefe adjunto del gabinete presidencial de Zelensky, Kyrylo Tymoshenko.
Tymoshenko dimitió dos meses después de que Tkach reportara que el funcionario había mudado a su familia a la mansión de un conocido empresario inmobiliario.
Además, el reportero reveló imágenes que parecen mostrar a Tymoshenko conduciendo un costoso automóvil Porshe durante meses.
El funcionario niega haber cometido irregularidades.
“Con frecuencia, parlamentarios y funcionarios registran sus activos en nombre de sus allegados si el origen de su dinero no está claro”, explica Tkach.
“Hay indicios de falta de transparencia en un momento en que cada paso de los funcionarios tiene que estar claro de cara a la sociedad”, comenta el reportero.
Tkach reconoce que hay corrupción en muchos países. Por eso opina que las reacciones a estos casos es lo más importante.
“Una acción necesaria”
Desde su panadería en Vorzel, cerca de Kyiv, Ivanna muestra su descontento con que su gobierno esté acusado de pagar sobreprecios a firmas desconocidas, que un ministro acepte presuntos sobornos de US$372.000 y que un funcionario tenga un gusto tan caro para los carros.
“No me gusta”, dice mientras su marido Vyacheslav amasa en la sala trasera. “Sería mejor que ese dinero se destine para el bien de Ucrania“.
“Necesitamos reemplazar a todos esos políticos que llevan ahí muchos años. Se han acomodado”.
Para Ucrania, recibir miles de millones de dólares en ayuda militar, financiera y humanitaria conlleva responsabilidad y escrutinio.
También incrementa las posibilidades de que el dinero acaba en las manos equivocadas.
“Hablamos de la supervivencia de Ucrania. No es un año cualquiera para nuestro país. Pienso que esta ola de renuncias, iniciada por el presidente, es un reconocimiento importante y una acción necesaria”, dice Tkach.
Problema endémico
Desde que Ucrania declaró su independencia hace 31 años, la corrupción ha plagado su política y servicios públicos.
En 2014, una revolución popular tumbó al último gobierno afín a Moscú porque el pueblo quería vivir finalmente en democracia.
Desde entonces, Ucrania ha emprendido una serie de reformas, motivadas sobre todo por las campaña de agresión de Rusia contra el país. El cambio se ve como esencial para asegurar el apoyo continuo de Occidente.
Se instalaron varias agencias anticorrupción, nuevos sistemas de gasto gubernamental, un nuevo cuerpo policial. Los políticos fueron forzados a revelar su riqueza, a veces con revelaciones sorprendentes.
“Queríamos resultados”, dice Yaroslav Yurchyshyn, diputado y jefe adjunto del comité anticorrupción del Parlamento.
“Sí, nos quedan restos de corrupción del pasado, pero al menos ahora no nos callamos. El siguiente paso será la prevención”.
Yurchyshyn piensa que no hay mejor momento para exponer las irregularidades ministeriales, incluso arriesgando la ayuda de Occidente.
“Los aliados occidentales entienden que tenemos dos guerras. La primera contra Rusia y luego nuestra guerra interna por el futuro de Ucrania”.
Antes de la invasión a gran escala de Rusia en febrero de 2022, aliados como la Unión Europea y Estados Unidos no estaban satisfechos con el ritmo con que Kyiv combatía la corrupción.
Todavía no está claro el daño político que las alegaciones de 2023 pueden causar a Zelensky. Por el momento, su reacción ha sido descrita como “rápida y decisiva” por Estados Unidos.
Mientras se espera que más alegaciones salgan a la luz, Zelensky confía en que otros aliados se sientan de la misma forma.
Reporte adicional de Hanna Chornous y Siobhan Leahy.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC News Mundo. Descarga nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.