La mirada de Gerardo Tavarez y Miriam Martínez / Cómo dar el último adiós a tus mascotas
Desde hace más de una década, los servicios funerarios para mascotas en México han ganado relevancia debido a un cambio en la percepción de los animales de compañía, quienes ahora ocupan un lugar especial en muchas familias. Mauricio Calderón, quien dirige TKM, un crematorio para mascotas en Hidalgo y Querétaro, comenta que en sus inicios, en 2011, era difícil para las familias encontrar opciones dignas para despedir a sus mascotas fallecidas. Esto las obligaba a tomar decisiones complicadas, como enterrarlas en el jardín o, en algunos casos, recurrir a servicios poco claros y con precios elevados. Hoy en día, cada vez más personas optan por un trato respetuoso para sus mascotas, algo que resuena con el auge de los servicios de cremación especializados en el país.
En la actualidad, la cremación se divide en dos tipos: comunitaria e individual, la primera es una opción para quienes desean dar un final adecuado a sus mascotas sin recuperar las cenizas. Este servicio, que cuesta entre $800 y $1,200 pesos, es común entre asociaciones de rescate y personas que cuidan animales sin hogar. “Algunas familias prefieren esta opción para sentirse parte de un ciclo de respeto hacia el medio ambiente, pues las cenizas se emplean como abono en jardines”, explica Calderón.
Para las familias que buscan conservar las cenizas de sus mascotas, la cremación individual es la alternativa más personalizada, con precios que van de $1,500 a $3,500 pesos, según el tamaño del animal. “En este tipo de servicios, las familias tienen la opción de presenciar el proceso, lo que les da tranquilidad y seguridad de que el cuerpo de su mascota se trata con dignidad”, añade. Una vez concluido el proceso de cremación, los clientes pueden recibir las cenizas en sus domicilios o recogerlas en una urna.
Las urnas disponibles varían en diseño y materiales, yendo desde modelos básicos en madera o cerámica de $500 pesos hasta versiones personalizadas, que pueden llegar a costar $2,500 pesos, además de las urnas, la empresa ofrece relicarios, pequeños medallones donde las familias pueden guardar una porción simbólica de las cenizas. “Muchos de nuestros clientes encuentran consuelo en estos relicarios, ya que les permite llevar consigo una parte de sus mascotas, especialmente en momentos de duelo”. Los relicarios van desde $600 hasta $1,200 pesos, dependiendo del diseño y materiales. Estos actos permiten a las familias conservar a sus mascotas cerca, en un recuerdo tangible que honra la memoria de sus compañeros de vida. De igual manera también cuentan con planes anticipados para cualquier servicio de cremación de mascotas.
La demanda de estos servicios no se limita a animales domésticos comunes, ya que han recibido animales como tortugas, aves exóticas, mapaches e incluso grandes especies en colaboración con zoológicos. Calderón menciona que, a lo largo de los años, la compañía ha crecido en capacidad, siendo capaces de realizar cremaciones para animales de hasta 120 kilos en Querétaro y hasta 350 kilos en su sucursal de Hidalgo.
El aumento de crematorios de mascotas responde a un cambio de mentalidad en el que las nuevas generaciones perciben a los animales como miembros integrales de la familia. En México, más personas optan por este tipo de servicio, un crecimiento que ha sido difícil de medir con exactitud, ya que existen cada vez más establecimientos dedicados a este servicio, ya que el respeto y cuidado hacia los restos de los animales también contribuye al bienestar ambiental, evitando que los animales terminen en lugares inadecuados.
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La evolución de los servicios funerarios para mascotas refleja como ha cambiado el valor que le hemos dado a las mascotas en los últimos años, en Querétaro y en distintas partes del país, estos servicios se han consolidado como un apoyo significativo, brindando a las personas una manera respetuosa, ecológica, responsable y transparente de decir adiós a sus compañeros de vida.