La Cañada honra su historia y devoción con el Viacrucis
En La Cañada, el espíritu del Viacrucis se arraiga profundamente en la comunidad, donde el orgullo y la tradición son los pilares fundamentales que sostienen el evento. Con la celebración de su edición número 159, los Tribunales de Jesús en La Cañada no solo conmemoran la Pasión de Cristo, sino que también honran una historia de compromiso y devoción que ha perdurado a lo largo de las generaciones.
Actores y miembros del comité de los Tribunales de Jesús encarnan estos valores con una dedicación que trasciende el tiempo. Para algunos, como relatan con emoción, esta es una tradición que han mantenido viva durante casi medio siglo, con hasta 50 años de experiencia participando en este evento de importancia incalculable para la comunidad.
“Tengo unos 20 años participando, aunque tenía algunos que no. Siempre en la parte de vestuarios, aunque luego en escenografía, de todo un poco. Hago corte y confección. Soy artesano de profesión y estar aquí es un orgullo, ¡imagínate estar en esto que reúne a mucha gente y que a nivel nacional es reconocido!”, refirió Juan, quien realizó los diseños de vestuario.
El compromiso se manifiesta en cada detalle: desde la meticulosa preparación de las escenas hasta la elaboración cuidadosa del vestuario. Cada gesto, cada palabra pronunciada en el escenario, está impregnada de un profundo respeto por la historia que se narra y por aquellos que han preservado esta tradición a lo largo del tiempo.
“El Viacrucis no solo es una representación religiosa, sino un legado que pasamos de generación en generación. Es un honor contribuir a mantener viva esta importante tradición”, compartió Juan, quien esta temporada se enfocó en la realización de diez uniformes de los soldados, tardando un día por cada uno de los trajes.
Ediberto Olvera de Miguel, director de escena, explicó que trabajar con 122 actores ha sido un reto difícil. Dicho puesto, es el responsable de coordinar y supervisar todos los aspectos relacionados con la puesta en escena de la producción, que va desde la interpretación del guion, dirección de ensayos y coordinación técnica.
“Soy originario de La Cañada y tengo desde hace 30 años participando, desde actor, escenografías y ahora dirección. Cuando actúe me tocó hacerla de Herodes. Pero lo más difícil que me ha tocado es eso, dirigir, porque en primera no son actores y en segunda que tienes que convencerlos que el personaje a interpretar son ellos; que el público les crea el personaje”.
Destacó que desde los ensayos se ha dedicado a implementar diversas herramientas teatrales que permitan a los actores desenvolverse con fluidez y autenticidad en el escenario. Para él, esta preparación es fundamental para el éxito del Viacrucis, ya que considera que su realismo es lo que ha contribuido a que el evento alcance una destacada repercusión a nivel nacional.
“A nosotros, y todos te lo van a decir, nos da orgullo que la gente venga y esté atenta a las escenas, que estén familias viniendo, de todas partes de Querétaro y del país, para realizar este trabajo que tanta alegría nos da. Seguir una tradición de tanto tiempo, es algo que lo llena a uno, e intentamos dar nuestro mayor esfuerzo para que la gente crea lo que estamos haciendo en el escenario”.
Por otro lado, Gerardo Pacheco, residente de La Cañada desde hace 10 años, aunque su esposa es originaria de la comunidad, se sumará al elenco en el papel de Herodes. Aunque no es nativo, el fuerte vínculo con la localidad lo ha motivado a unirse a la representación, convencido por su familia política. En esta ocasión, asume el rol con dedicación y entrega, comprometiéndose a dar lo mejor de sí en su interpretación.
“Es la tercera vez que me invitan, anteriormente por trabajo no podía y se dio la oportunidad y aquí estamos. Herodes es un personaje con mucho empujo, un papel importante, lo he estado estudiando y es un personaje con carácter fuerte, un personaje que tenía bipolaridad y me ha costado un poco, pero en la escena hacemos cambios de humor y son en los que trabajo, aunque creo que bien”.
Comentó que, luego de su jornada laboral, reserva dos horas diarias para estudiar su papel, y durante la semana destina alrededor de seis horas a los ensayos. Destacó el apoyo fundamental de su familia, en particular de los parientes de su esposa, quienes han participado como actores o miembros del equipo de producción en ediciones anteriores. Este respaldo ha sido clave para su participación y le ha brindado la motivación necesaria para prepararse y desempeñar su papel de manera óptima.
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“Soy de La Piedad, en El Retablo, ahí nací y hace 10 años vivo aquí en La Cañada. Me siento emocionado, se siente padre, pues son sensaciones encontradas, está padre, se siente esa buena vibra de querer estar en escena, algo nuevo, pero bien. Estoy más o menos nervioso, aunque fíjate que ya había venido a este evento antes, es un evento conocido y venía con mis papás; ahora formo parte de esto y me siento bien”.
El Viacrucis no solo es un evento religioso, sino también un símbolo de identidad y cohesión comunitaria. A través de los años, ha servido como un vínculo que une a las personas, fortaleciendo lazos y transmitiendo valores de solidaridad y fe.
En esta edición conmemorativa, los Tribunales de Jesús de La Cañada brillan con un esplendor renovado, recordándonos la importancia de preservar nuestras raíces y honrar la historia que nos ha dado forma como comunidad. Que este evento continúe iluminando nuestros corazones y fortaleciendo nuestro sentido de pertenencia por muchas generaciones más.
CAJA DE DATOS: El Viacrucis no solo es un evento religioso, sino también un símbolo de identidad y cohesión comunitaria.
PIE DE FOTO: Celebrarán 62 años desde su reinicio. / MIGUEL CRUZ