José Ramón Gómez Besteiro, candidato del PSOE | El regreso de un estrecho colaborador de Sánchez
José Ramón Gómez Besteiro (Lugo, 56 años) es candidato a la Presidencia de la Xunta por segunda vez, pero nunca pudo testar sus posibilidades en las urnas. Fue elegido como cabeza de cartel por la militancia socialista en 2016, pero nunca llegó a la campaña electoral para medir sus fuerzas con Alberto Núñez Feijóo. Solo cinco meses antes tuvo que dimitir tras acumular un buen número de imputaciones judiciales por presunta corrupción que finalmente han sido archivadas. Abogado de profesión y padre de dos hijos, en los últimos años ha estado alejado de la primera línea de la política, un mundo en el que se estrenó como concejal en el Ayuntamiento de Lugo en 1999.
Hijo de un revisor de autobús y licenciado en Derecho por la Universidad de Santiago de Compostela, Besteiro empezó a ascender en el PSdeG durante el bipartito de izquierdas que gobernó la Xunta entre 2005 y 2009. Se convirtió en el primer presidente socialista de la historia de la Diputación de Lugo, una institución que gobernó en coalición con el BNG. En 2013 ganó las primeras primarias que celebraron los socialistas gallegos para elegir a un secretario general.
El ahora candidato fue imputado por la juez Pilar de Lara, quien acabó apartada de la causa por dilaciones indebidas, como consecuencia de unas denuncias anónimas. Durante los siete años en los que estuvo imputado, volvió a la abogacía. Pero tanto la llamada Operación Pulpo, donde fue acusado de seis delitos por presuntas adjudicaciones irregulares de la Diputación de Lugo, y la Operación Garañón, de supuestas irregularidades en su etapa como concejal de uranismo de Lugo quedaron en nada, porque la investigación no pudo aportar prueba alguna o al no haber indicios de criminalidad.
Siempre ha mantenido una relación muy cercana a Pedro Sánchez y fue él quien lo recuperó para la política al nombrarlo delegado del Gobierno en Galicia el pasado marzo.
Tras el 23-J, Besteiro logró un escaño en el Congreso y el líder socialista lo eligió para el equipo que negoció su investidura con los independentistas catalanes. Sánchez llegó a ofrecerle una cartera ministerial, pero la rechazó. En los últimos meses, se ha dejado ver en todo acto del Gobierno central relacionado con Galicia, incluida la firma en Madrid del acuerdo que llevó al BNG a investir a Sánchez. Con este protagonismo, el PSOE intenta contrarrestar los discretos porcentajes de conocimiento de Besteiro que detectan los sondeos entre los gallegos.
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