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Homenaje. “Siempre he sido crítico del poder”: Roger Bartra


El intelectual, ensayista y científico social, Roger Bartra, siempre ha sido un rebelde. De joven fue militante de izquierda y crítico del poder; incluso, por sus protestas contra el imperialismo de Estados Unidos, un día acabó en la cárcel varios días.

El intelectual “muta” constantemente e incursiona en diferentes territorios de las disciplinas sociales: sus exploraciones en el agro mexicano, los estudios sobre la identidad nacional, las investigaciones que ha llevado a cabo sobre los mitos de lo salvaje, su famoso “exocerebro”, además de que su próximo libro es sobre el hombre lobo. Nunca se queda quieto y hoy cumple 80 años.

En entrevista con MILENIO, Roger Bartra dice estar contento de celebrar 80 años, aunque, la verdad, no creyó llegar a su edad, pero lo agradece y lo va a festejar con todo y pastel.

¿Qué le diría el joven Bartra al de 80 años?

Bueno, de entrada, el joven no creía que el viejo Bartra viviera 80 años, pero tampoco pensaba mucho en la vejez, ni en la trascendencia, ni nada, vivía mucho la vibración del momento. Es más, lo que el viejo Bartra es hoy, le puede decir a ese joven que ya desapareció, que ya hizo lo que tenía que hacer y lo que hizo generó lo que soy yo hoy en día… es un juego un poco extraño dialogar con uno mismo.

En su libro Mutaciones. Autobiografía intelectual va en busca de Roger Bartra.

Sí, es decir, con el joven que era yo en los años 60, 70 y 80; utilizo la correspondencia que tuve con mis padres para dialogar con ese joven que era yo, desde la vejez, tratando de reflejar aquella época. Siendo más grande, y no habiendo ese tipo de correspondencia, lo suplo con entrevistas que reflejan, igual que las cartas, lo que pensaba en esa época y que no forzosamente estoy de acuerdo con ellas hoy en día; además, están llenas de equivocaciones.



Roger Bartra | Especial

Es un hombre en constante mutación

Sin duda. Muchas de ellas provocadas justamente por la rebeldía, por la crítica a lo que estaba haciendo y la búsqueda de algo nuevo. Yo pasé de estudiar los temas agrarios en México a estudiar la identidad del mexicano. El estudio de los mitos, las formas de legitimación de la política; los mitos del salvaje europeo, los mitos de la melancolía en Europa, hasta llegar a uno de mis saltos y mis mutaciones más peligrosas: estudiar las redes neuronales.

Recuerdo que por este tema lo criticaron mucho

Bueno, ahora son más aceptadas. Efectivamente hubo críticas de todos lados porque decidí saltar hacia los territorios del cerebro, digamos, de la neurociencia. Por un lado, la crítica de mis colegas antropólogos y sociólogos, que les parecía una expedición a un terreno exótico desconocido en el que me iba a perder y, por otro lado, la reacción de científicos puros y duros que no aceptan de ninguna manera que la conciencia sea algo que está también fuera del cerebro. Y como mi planteamiento era que una parte de la conciencia está fuera del cerebro y se constituye en lo que ha llamado el exocerebro, pues eso les parecía mal, pero por suerte ha habido neurólogos que me han abierto los brazos y que me han ayudado mucho.

En Chamanes y robots ya hablaba de crear una conciencia artificial

Sí, porque una inteligencia artificial ya la tenemos, la llevamos en el bolsillo en forma de teléfono celular. Pero una conciencia artificial es un reto al que se enfrentan los ingenieros. Quieren construir robots que no solamente sean inteligentes, sino que sean conscientes, eso va a tardar en llegar, pero ya tengo en el libro esa exploración que a fin de cuentas es una continuación de lo que he estudiado sobre el exocerebro, las relaciones entre las redes neuronales y las redes simbólicas de la cultura

Ser visionario y decir lo que uno piensa, ¿puede ser peligroso?

Bueno, los peligros realmente son cuando me meto en terreno político, porque, que un neurólogo opine que yo no debería meterme en su territorio, no me produce daño, hasta me produce cierta ternura. Pero en política, cuando yo hago estudios de carácter político y de cultura política, entonces, ahí sí, uno entra en un terreno que puede ser peligroso. De joven, cuando era yo militante político, por andar criticando al imperialismo norteamericano en los momentos en que el presidente Kennedy visitaba a México, me pase una o dos semanas en la cárcel.

Pero nada lo ha detenido…

Yo he sido muy crítico de todos los nacionalismos mexicanos y en la crítica del nacionalismo del gobierno actual; desde luego me ha valido que el presidente y algunos otros del grupo de López Obrador, no solo me critiquen, me insulten, y cuando uno es insultado por un político, sobre todo sí es el que tiene más poder de todos, que es el presidente, uno se siente un poco inquieto y un poco en peligro, a pesar de que estamos viviendo una condición democrática en México que nos hemos ganado, la transición democrática que protege a los críticos del sistema.

Y agregó: “Estamos viviendo una amenaza a la democracia que viene del gobierno populista reaccionario, eso es cierto, pero de todas maneras seguimos todavía en condiciones democráticas. Ese golpe reaccionario a la democracia todavía no se consuma y vamos a ver si se logra consumar; de momento, no parece que estemos ante una situación como la que han pasado países sudamericanos con golpes militares en donde realmente la vida de los críticos del régimen, corre peligro, no es el caso de México.

Pero usted es revolucionario

Sí, yo era un joven revolucionario de vocación, aunque ya intuía que eso de la revolución era un mito.

Nunca ha dejado de ejercer la crítica

Yo siempre he sido crítico del poder establecido, súper hipercrítico del gobierno, de los gobiernos nacionalistas, revolucionarios y priistas. Después, aunque impulsé la transición democrática, fui crítico de los gobiernos panistas. Yo nunca he formado parte de ningún gobierno, no he aceptado jamás formar parte de ningún gobierno, pero he apoyado la transición democrática que, para sorpresa de la izquierda, llegó por la derecha. Yo soy un hombre de izquierda y por lo tanto no tenía mucha afinidad con Vicente Fox ni con Felipe Calderón… pero eran fruto de la democracia y en ese sentido lo respetaba, pero hasta ahí, pero muy crítico de ellos. Cuando volvió el PRI con Peña Nieto, seguí mis críticas al nacionalismo revolucionario, y lo sigo haciendo hoy en día. A final de cuentas, lo que tenemos hoy con el gobierno de López Obrador es una especie de reencarnación del viejo PRI, pero como esa reencarnación no puede realmente encarnar, ni cristalizar bien, por eso, vivimos estos tiempos de zozobra y tensión.

Roger Bartra | Especial

Roger Bartra | Especial

Regresando un poco a su infancia, ¿cómo que sufría bullying?

Por mi aspecto físico; soy hijo de dos europeos, y también por mi lengua porque hablaba frecuentemente en catalán, y si lo hacía en lugares públicos me veían raro y efectivamente era discriminado. Pero esa situación peculiar muy mexicana de discriminar y al mismo tiempo adorar… porque hay un odio al extranjero y una admiración al mismo tiempo.

Cuando no lee o escribe… ¿Qué le gusta hacer?

Me gusta la música clásica, pero también me gusta mucho el cine y las series de televisión. Las buenas, claro.

Imagino que se siente apapachado por La Academia.

Es un lugar amable, son esos espacios de poder simbólico intelectual que son tranquilos, que son estimulantes y tengo ahí muchos amigos y esos amigos son los que han organizado el homenaje que se va a hacer público hoy.

Lo llaman intelectual luminoso y atípico. ¿Le gusta esa frase cuando se la dicen?

No me suelo poner etiquetas, así que no me molesta. Me parece bien, supongo que también soy otras cosas, pero yo no soy capaz de etiquetarme. Me gusta cómo me ha tratado la Academia Mexicana de la Lengua; desde luego estoy muy a gusto en donde he trabajado los últimos 50 años de mis 80, en la UNAM, así que ha sido mi espacio de desarrollo: un espacio libre, un espacio que al que le debo la posibilidad de haber escrito toda la obra que he ofrecido a la gente.

¿Se considera un hombre libre?

La libertad es muy importante, existe, pero no todos somos libres. La libertad es algo que hay que construir y que hay que conquistar. No solamente a nivel político, sino también a nivel individual en ciencia propia; hay que construir esas opciones de libertad, uno no nace siendo libre, esa libertad la construye uno.

Y usted, ¿ha construido su libertad?

Digamos que durante los últimos 50 años (risas), lentamente sí, la he conseguido. Creo que he logrado ser una percepción de un hombre libre, con capacidad para tomar decisiones y eso lo muestra las mutaciones que yo, voluntaria y libremente, he tomado.

Y a sus 80 años, ¿cuál es su próxima mutación?

Muchas… por lo pronto, ya está en la imprenta un libro sobre el mito del hombre lobo, que se publicará en febrero. Es la historia del hombre lobo en la cultura occidental de Europa.

Y hoy, que cumple 80 años, ¿es feliz?

Sí, soy feliz de lo que he hecho. Yo vivo una condición buena y estoy contento con lo que he hecho, desde luego que sí.

La Academia Mexicana de la Lengua le rinde un homenaje a Roger Bartra por sus 80 años de vida a las 17:00 horas, a través de su página de Facebook y de su canal de YouTube.

En la celebración participarán José Luis Díaz Gómez, Adolfo Castañón, Fernando Serrano Migallón, Jesús Silva-Herzog Márquez, Jorge Ruiz Dueñas y Angelina Muñiz-Huberman, quienes darán cuenta del papel y trayectoria de los padres de Bartra; de sus maestros y mentores intelectuales; del exilio catalán que lo volvió un “intelectual atípico, luminoso e inquietante”, un “audaz navegante del conocimiento, congruente y honesto”.

El autor

Roger Bartra se formó como etnólogo en México y se doctoró como sociólogo en la Universidad de la Sorbona (Paris III). A partir de 1971 ha trabajado en la Universidad Nacional Autónoma de México y, desde 2004, es investigador emérito de la máxima casa de estudios. Es también emérito en el Sistema Nacional de Investigadores.

Se ha caracterizado por su labor docente y formativa de nuevos investigadores.

Bartra ha roto los lindes establecidos entre la historia, la filosofía, la sociología política y las ciencias naturales. Ha sido profesor en diversas universidades de Estados Unidos, Europa y América Latina del sur.

Entre sus obras podemos destacar El poder despótico burgués: Las raíces campesinas de las estructuras políticas de mediación (1977), Campesinado y poder político en México (1982), El salvaje en el espejo (1992), El mito del salvaje (2011), Chamanes y robots (2019), Melancolía y cultura (2021) y Regreso a la jaula.

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