Feijóo acusa a Sánchez de socavar la Constitución ante un vicepresidente de la Comisión Europea
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quiere poner en alerta a la Unión Europea ante las negociaciones sobre la investidura del próximo jefe del Gobierno de España, justo cuando el país ejerce la presidencia semestral de turno de la UE. Feijóo ha acudido este viernes a clausurar un campus de la fundación FAES del expresidente José María Aznar, y ha aprovechado el acto para lanzar todo tipo de advertencias sobre los peligros que acechan al país, a la Constitución y a cualquier dirigente político que muestre su discrepancia hacia la amnistía para los encausados por el procés independentista en Cataluña. Así, Feijóo ha acusado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de poner en marcha “una estrategia para socavar los principios básicos de la democracia” y de la Constitución “para mantenerse en el poder”. Y de “acallar y deslegitimar” a cualquier crítico, incluso del PSOE. Lo ha hecho ante el vicepresidente de la Comisión Europea Margaritis Schinas, sentado en primera fila del auditorio.
El acto de clausura del campus FAES 2023 se titulaba “Europa en transformación”. El secretario general de la fundación de Aznar, Javier Zarzalejos, ya avisó en la presentación de que nadie ni nada va a conseguir silenciar sus críticas a lo que entienden que está ocurriendo ahora en España. El moderador, Vicente de la Quintana, un político vasco del sector más duro del PP, anticipó su tono al subrayar que en ese foro se prefería “entrevistar a estadistas”, ante “la moda” de otros de entrevistar a terroristas, en alusión sin citar a la película aún por estrenar de Jordi Évole sobre el etarra Josu Ternera. Margaritis y Aznar sí hablaron de Europa, de sus riesgos e incertidumbres, sin meterse en más tinglados.
Aznar no hizo ninguna alusión, ni antes de la charla, ni durante ni después, a los ataques que ha recibido en estos días por parte de miembros del Gobierno, que lo han tildado de golpista por pedir una reacción social contra la posible ley de amnistía similar a la del movimiento Basta Ya! de lucha frente a ETA. Tampoco comentó nada de su asistencia, junto al expresidente Mariano Rajoy, al acto convocado por el PP contra la amnistía, una asistencia que este viernes confirmó su partido. El acto, al final, se celebrará el día 24 a mediodía en la avenida de Felipe II de Madrid, junto al Wizink Center. No será, como se había anunciado, en la plaza de España, por “cuestiones de aforo, disponibilidad y de accesibilidad”, precisaron fuentes populares.
Feijóo, que habló el último, no se permitió desarrollar sus ideas sobre Europa y sus amenazas, sino que entró de lleno en el panorama de “la liga política” española, llena de acusaciones y trincheras en estos días previos a su sesión de investidura. Mostró su apoyo y el de todo el PP a Aznar por “los disparatados ataques” que ha recibido de varios ministros y en concreto, citó los de la portavoz, Isabel Rodríguez, que le parecieron “una muestra más de la deriva del Gobierno en funciones” y que entiende que está “produciendo un asalto institucional a todas las esferas políticas de España”. Feijóo bromeó, y el auditorio aplaudió la chanza, diciendo que si el expresidente popular fuera de verdad un “golpista”, el Ejecutivo de Sánchez “lo indultaría y luego le pediría que le votase en su investidura”. A continuación pidió la dimisión de la ministra en funciones.
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El candidato del PP a la investidura denunció los intentos del Gobierno, del PSOE y de Sánchez “de desactivar cualquier voz discrepante”, y lo enmarcó en “una estrategia” del Ejecutivo en pleno “para atacar todos los días a la oposición”, que “se ha recrudecido” ahora “para acallar y deslegitimar cualquier oposición que consideran inadecuada, incluso si ha sido la suya hace solo unas semanas antes”. Feijóo volvió a recordar que Sánchez no lo felicitó por su triunfo el 23-J, que recurrió hasta el Tribunal Constitucional el recuento de papeletas en Madrid y que menosprecia a los 11 millones de electores que se decantaron en esos comicios por el PP y Vox.
El líder popular aludió también a la expulsión el jueves por parte del PSOE del exsecretario general en Euskadi, Nicolás Redondo Terreros, que lleva mucho tiempo alejado del partido, para asegurar que la razón era su defensa del ideario original socialista. Y volvió a arremeter contra Sánchez, dando por hecho que está legitimando una próxima ley de amnistía. Feijóo recordó que el propio secretario general del PSOE y muchos de sus ministros sostuvieron hasta el 23-J que la amnistía era inconstitucional, y concluyó que la misma es un “chantaje”. Pidió a Sánchez que dé “marcha atrás y desmienta que está dispuesto a ceder a las pretensiones ilegales del independentismo”. El líder socialista, dijo el dirigente popular, “está dispuesto a todo con tal de llegar al poder”, una actitud que tildó de “inmoral”.
Fue el propio Feijóo el que al final de su discurso situó todas esas acusaciones en el escenario actual en el que España ostenta la presidencia de turno de la Unión Europea. Y lo hizo para destacar que se está desaprovechando esa ocasión para debatir auténticos problemas de fondo a cambio de continuar “anclados en la división, las trincheras y la política de bloques”, en lo que catalogó como “una amenaza sin precedentes al sistema democrático” con propuestas que no caben, según él, en la Constitución. El dirigente popular reconoció que el país ha encarado en otras ocasiones retos importantes, pero destacó que ahora “la novedad es que el desafío se plantea desde uno de los partidos de Estado, que parece dispuesto a ceder” y que entiende que permite “ataques a la Constitución y a los consensos que la hicieron posible”. Frente a todo eso, Feijóo repitió los seis pactos nacionales que lleva tiempo ofreciendo al PSOE a cambio de asumir él la presidencia por dos o más años y para “dejar de lado los populismos y los nacionalismos”.
Feijóo acabó con un recordatorio de que en tres semanas, el 6 de octubre, está fijada la cumbre informal de jefes de Estado en Granada en esta presidencia española de la UE, pocos días después del debate de su investidura que no tiene visos de prosperar, y apostó porque entonces España pueda ser noticia “porque la gobernabilidad dependa de las exigencias ilegales de los independentistas o se superen los desafíos que la amenazan”.
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