El BNG hace historia con su mejor resultado, pero la izquierda no suma
“Galicia ya ha cambiado, estas elecciones lo han cambiado todo, hay un antes y un después y nada va a volver a ser como antes”, ha clamado Ana Pontón, candidata del Bloque Nacionalista Galego, cuando ha salido con su equipo a valorar los resultados que la apuntalan como jefa de la oposición en el Parlamento de Galicia. “La alternativa al Partido Popular para construir el futuro de este país es el BNG”, ha defendido después de confirmarse los 25 escaños conseguidos, casi el triple que los logrados por el PSOE de Besteiro. “Esta organización ha obtenido un resultado que rompe con todos sus techos, y lo que se ha demostrado es que no tiene techo”, ha avisado la candidata nacionalista; “a partir de ahora la clave va a ser seguir ensanchando la base”. “Los cambios no son fáciles”, ha reconocido después de comentar que ya ha telefoneado a Alfonso Rueda para felicitarle, “los gallegos y las gallegas decidieron que no hubiera cambio político, pero hubo una enorme movilización, y vamos a tener un grupo parlamentario fuerte que va a dar la cara por la gente”.
El resultado nunca visto, 25 escaños, alcanzado por el Bloque no le ha abierto las puertas de la Xunta. El batacazo del PSdeG (de 14 a 9 escaños), llamado a ser su socio de gobierno, ha supuesto un plomizo lastre para la candidata nacionalista, que aspiraba a “hacer historia con la primera presidenta en Galicia”. En el cuartel general de la formación en estas elecciones, el restaurante A Nave de Vidán, a las afueras de Santiago de Compostela, la expectación era máxima y cientos de simpatizantes siguieron en una pantalla gigante la evolución del recuento, celebrando con aplausos y canciones cada escaño que conquistaban a medida que se incrementaba el porcentaje de voto escrutado. Los militantes y seguidores de Pontón también festejaban cada diputado que bajaban los populares mientras se iba fraguando, minuto a minuto, el resultado final. Cuando la candidata apareció para hacer declaraciones, al filo de las 11 de la noche, Pontón fue ovacionada por los congregados, que gritaron entre palmas “¡BNG, BNG!”. El ambiente en A Nave de Vidán no se disolvió tras la comparecencia de Pontón y duró bastante después de medianoche, un síntoma de que, en realidad, había algo que celebrar pese al sabor agridulce de las urnas.
Somos un BNG fortalecido, con máis ganas e máis empuxe que nunca para seguir defendendo este País.
Grazas a todos e todas as que confiades en nós 💙 pic.twitter.com/dndujdKsZM
— Ana Pontón (@anaponton) February 18, 2024
Con seis escaños más, el Bloque ha batido su récord con creces. Tal y como le habían pronosticado las encuestas durante la campaña, Pontón, la líder más conocida y valorada, también la más joven, pero con más larga carrera parlamentaria, logró romper su barrera, los 19 escaños logrados en 2020, que ya eran también históricos en el nacionalismo gallego (con Xosé Manuel Beiras, el Bloque había llegado a conseguir 18). Sin perder la sonrisa, Pontón ha celebrado el resultado, pero ha hecho autocrítica: “Nos parece insuficiente, nuestro objetivo era abrir un tiempo nuevo para Galicia. Comprendo la decepción de la gente que puso sus esperanzas en nosotros y fue a votar con ilusión”. “Pero estamos más motivados que nunca”, ha zanjado, “con más ganas y más empuje que nunca”.
Al filo de la medianoche, el BNG había cosechado más de 460.000 apoyos (más de un 31,5% del total), cuando en las elecciones de la pandemia, hace cuatro años, midiéndose con Alberto Núñez Feijóo como candidato del PP, obtuvo 311.340 papeletas (un 23,78%). Ana Pontón llevó a cabo una campaña enfocada a “concentrar el voto del cambio” en el Bloque para poder hacer realidad un pacto con el partido socialista de Gómez Besteiro, pero el escaso tirón del candidato ungido por Pedro Sánchez supuso, a la hora de la verdad, el mayor escollo para arrebatarle la mayoría al PP de Alfonso Rueda y desterrarlo, después de 15 años de poder, de la Xunta de Galicia.
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El gran salto dado por la candidata —que prometía “rescatar la sanidad pública”, impulsar los servicios sociales, crear 12.000 empleos de calidad y otras tantas viviendas de alquiler accesible para frenar la sangría de jóvenes que emigran— la fortalece, sin embargo, todavía más en el hemiciclo en el papel que ya ocupaba como líder de la oposición. También consolida la imagen de unidad (antes desconocida) que en los últimos ocho años, desde que fue elegida portavoz nacional del BNG, ha conseguido imprimir Pontón en el nacionalismo gallego.
Una de las lecturas más positivas que hacen los representantes del Bloque es el fuerte crecimiento de la organización nacionalista en el ámbito urbano. En Vigo, la ciudad más poblada de la comunidad autónoma y el paisaje de las mayorías absolutas de Abel Caballero (PSdeG) en las municipales, el Bloque ha superado a PP y PSOE y se ha convertido en la fuerza más votada, incluso en barrios que se consideran “bastiones socialistas”, explicaba en un corrillo con la prensa la eurodiputada Ana Miranda, mientras todavía se esperaba la comparecencia de Pontón.
“El BNG tiene una gran organización y la mejor militancia del mundo”, ha clamado Ana Pontón, al tiempo que ha dado las gracias a todas las personas que han votado a su formación, muchas de ellas por primera vez en su vida. “Hicimos una campaña en positivo y desde el respeto”, ha dicho, “y miles de personas nos vieron como la alternativa indiscutible” al Gobierno del PP: “Ahora les pido a todas ellas que mantengan intacta la ilusión y la esperanza”. Pontón también tuvo unas palabras para sus padres, Aurita y Luis, “gracias a mis padres por hacerme ser la persona que soy”. Y prometió tener la “energía” necesaria para “defender una Galicia más justa, igualitaria, feminista y con más bienestar”.
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